Pilar Amézaga reflexiona sobre la agresividad y la forma de trabajarla en el análisis

Pilar Amézaga reflexiona sobre la agresividad y la forma de trabajarla en el análisis

La analista uruguaya Pilar Amézaga estuvo de visita en nuestro país y tuvo una serie de actividades con nuestra SCPA. La analista es una de las fundadores de la Sociedad Uruguaya de Psicología Analítica y actualmente es miembro del Comité ejecutivo de la IAAP y encargada del área de formación de routers en Latinoamérica.

La actividad central de Pilar fue una interesante conferencia denominada “Pasajes de la Destructividad a la Agresividad Creativa” realizada el pasado cuatro de abril. En ella profundizó en la falta de Eros y en el rol de Ares como opuesto arquetípico y la necesidad que como psicólogos clínicos tenemos de vincularnos a la agresividad.

En su exposición explicó que todos los seres humanos en situaciones de frustración nos enojamos y surge un impulso agresivo que es arquetípico, que es además la base de la autoafirmación. Pero el desafío frente a la agresividad surge cuando que se torna destructiva. Aquí Pilar hizo un énfasis muy interesante: esta agresividad destructiva domina todas las otras emociones, y por lo tanto, para quienes viven en un estado de permanente guerra, una salida posible es tender puentes hacia lo erótico o amoroso, es decir, hacia otras emociones que puedan humanizar esta agresividad y transformarla.

En este punto surge una nueva pregunta:: ¿cómo podemos tender esos puentes en el trabajo clínico? Aquí nació un segundo punto muy interesante en la discusión. Citando a Simone Weil, quien afirmaba que «el falso dios transforma el sufrimiento en violencia, y el verdadero dios transforma la violencia en sufrimiento», se abrió una luz en la reflexión de todos los asistentes. Esta es que una salida posible a la agresividad destructiva es convertir esa violencia o sadismo en sufrimiento, discriminando en cada quien las otras emociones que se viven al mismo tiempo que la agresividad.

Se reflexiona también sobre como la agresividad destructiva se da en la falta de coniunctio entre eros y agresividad, de ahí que la intimidad sea amenazante y en la persona se destruyen las necesidades de dependencia y la vulnerabilidad. Cuando amamos, dependemos; evitar esa dependencia es entrar en el odio. En el trabajo clínico la meta es el sufrimiento en la agresividad, de ahí que tengamos la necesidad de entrenarnos en la vinculación que podemos hacer a lo agresivo-destructivo.

Al final de la conferencia, se reflexionó sobre un cuento de los Hermanos Grimm que aclara lúcidamente lo revisado: El Rey Pico de Tordo.